Brecha Digital - Baja vision y acceso TIC

Información sobre el acceso de las TIC de personas con baja visión y Empleabilidad Tecnológica
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Brecha Digital y DV
El acceso pleno a la información digital se considera una extensión del derecho fundamental, reconocido por cualquier estado democrático, a la información que consiste en que todos los ciudadanos puedan recibir información veraz por parte de los medios de comunicación. En la legislación actual se encuentra regulado por la Carta Magna en su artículo 20, Titulo I [1] en combinación con el Derecho a la Libre Expresión.
Cabe señalar que es precisamente la posibilidad de acceder a la información con plenitud y sin restricciones la que se relaciona con la libre expresión. Este es un aspecto particularmente importante en el contexto universitario, dado que la universidad tiene entre sus funciones fundamentales la de formar ciudadanos que, además de desempeñar una labor especializada, estén dotados y apliquen una capacidad crítica que permita al conjunto de la sociedad seguir avanzando. De entre tantas consideraciones importantes como se derivan de la circunstancia actual surge la denominación Ciudadanía Digital [2] que se define comúnmente como...
el derecho al "acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y a su apropiación, al desarrollo de habilidades digitales, al acceso a la información en línea de forma segura, transparente y privada, así como a la participación a través de medios tecnológicos” [3].
Un caso paradigmático: la educación on-line
Con el desembarco y omnipresencia de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) la formación universitaria ha sido capaz de superar muchas fronteras físicas que hace apenas dos décadas eran inimaginables adquiriendo, si cabe aún más, un alcance, difusión y democratización de sus contenidos mayor. En la adaptación a esta era tecnológica, se han adoptado diversas vías de inclusión de las TIC en las enseñanzas superiores que pueden definirse por la presencia del alumno / docente en mismo espacio físico o simplemente teniendo en cuenta los materiales formativos a los que debe acceder el alumno de manera on-line.
Así encontramos enseñanzas totalmente on-line, que no exigen la coincidencia física ni temporal de docentes/alumnos, modalidades mixtas que requieren diversos porcentajes de dedicación síncrona/asíncrona hasta llegar a las enseñanzas “tradicionales” desde el punto de vista de la presencia alumno/docente en un mismo momento y espacio físico.
En cualquiera de las tres modalidades, la necesidad de acceso a diversos materiales (recursos on-line, bases de datos, materiales de referencia, comunicación por correo, gestión del expediente del alumno, asignación de tareas… etc.) está presente, sin embargo, el caso más exigente a este es el de las enseñanzas on-line, como por ejemplo el caso del Máster en Tecnología educativa: e-learning y gestión del conocimiento.
Esta titulación es además interuniversitaria[4] y precisamente por su modalidad específicamente on-line es susceptible de recibir alumnos de casi cualquier parte del mundo, lo que implica el manejo de husos horarios amplios. Por estos motivos la modalidad exclusivamente a distancia y la metodología eminentemente práctica y colaborativa de las asignaturas impartidas es coherente con la filosofía de la titulación y posibilita un amplio acceso a la misma, no solo en cuanto a la variedad geográfica de sus alumnos sino también en lo relativo a la diversidad funcional (o discapacidad) [5] de los mismos.
Dado que el acceso a la información digital se considera un derecho fundamental, cualquier distribución irregular de esta posibilidad supone un indicador de la posible existencia de una brecha digital, indistintamente de si se pueda manifestar como acceso, uso o impacto de las TIC en la población o segmento de esta que estemos observando. Afecta, por tanto, no únicamente a la disponibilidad tecnológica (existencia de un ancho de banda suficiente o equipos que posibiliten su empleo, por ejemplo) sino también, y muy especialmente en nuestro caso, al desarrollo y correcta aplicación de las habilidades necesarias para hacer un uso efectivo y provechoso por parte de los individuos (Graham, 2014).
Las causas estudiadas de esta brecha digital son diversas y en ocasiones se solapan. Las dificultades económicas pueden ser mayores en el caso de colectivos especialmente vulnerables, como lo ha demostrado la reciente pandemia en la que se ha observado una limitación mayor del acceso a las aulas en alumnos con menores recursos económicos [6].
Como se ha mencionado antes, la disponibilidad de dispositivos y recursos informáticos es un elemento crucial en el desarrollo de las actividades no solo de los estudiantes como también en el ámbito laboral.
Empleabilidad y DV
En España las estadísticas oficiales sumaban en 2017 un total de 1.708.700 hogares en los que alguno de sus miembros tiene entre 16 y 64 años y presenta alguna discapacidad.[7]
Son evidentes en cualquier estudio ocupacional, las diferencias laborales entre las personas con y sin discapacidad ya que, mientras que la tasa de actividad de quienes no presentan discapacidad aumenta ligeramente de 77,6 % (2018) a 77,7 % (2019), la tasa de actividad de las personas con discapacidad es muy inferior, y, en los últimos años mueve en sentido contrario, 34,5 % (2018) a 34 % (2019), lo que hace más evidente una brecha laboral que, antes de la situación de pandemia, alcanzaba 43,7 puntos por debajo de la población sin discapacidad en este periodo.
La Conferencia CERMI Territorios denunciaba en 2020 esta situación y vaticinaba que la pandemia, llegaría a suponer un desplome de la contratación de hasta un 30%, empeorando considerablemente estas estadísticas.
En palabras de la directora de Formación y Empleo, Operaciones y Transformación de la Fundación ONCE, Sabina Lobato: “La pandemia, en la medida en que la recuperación no sea rápida, nos hará retroceder en los escasos avances que se han producido en los últimos años”.[8]
En este último periodo, marcado por el auge del teletrabajo, también ha quedado patente la brecha digital que existe dentro de este colectivo y que ahonda todavía más en las dificultades de empleabilidad.
Así, el Informe Tecnología y Discapacidad, elaborado por la Fundación Adecco, señala que un 38% de las personas con discapacidad reconoce no desenvolverse con soltura en los entornos online.
Este mismo informe apunta a la dualidad de las Nuevas Tecnologías como factor de inclusión social y laboral dado que, si bien por sí mismas suponen un enorme aliado debido a las ventajas de accesibilidad que representan, la existencia de una brecha digital tan amplia las convierte en un arma de doble filo para este colectivo[9].
DUA, Tecnologías asistivas y recursos TIC para alumnos con DV.
El Diseño Universal (DU) así como el Diseño Universal de Aprendizaje (DUA), son objetivos prioritarios de las instituciones educativas, especialmente acelerados desde comienzos de la pandemia COVID-19, que ha objetivado su necesidad más allá de las posibilidades apuntadas antes por cualquier modelo teórico o implementación precedente.
Estas concepciones permiten enfocar el diseño de los espacios y formas de interacción en torno a la accesibilidad, la atención a las condiciones ambientales, combatiendo especialmente la aparición de barreras a la inclusión.
La adopción del modelo DUA busca aumentar el abanico de medios de comprensión, comunicación y ejecución de manera que sea capaz de responder a los diversos modos de aprendizaje, a consecuencia de esto es posible reducir la discriminación (Basham y Marino, 2013) ofreciendo diversas opciones de comprensión y evaluación y alejándose de los modelos rígidos de E/A.
Los principios fundamentales que deben sustentar la implementación, diseño y organización del DUA (Dalton, Lyner-Cleophas, Ferguson y McKenzie, 2019) son la variedad de medios de representación, multiplicidad de medios de expresión y acción, y, una amplia gama de medios de participación.
En la puesta en práctica de estos métodos y objetivos es indispensable el empleo de tecnologías asistivas (TA) que, desafortunadamente no están al alcance de del 15% de población mundial que padece algún grado de discapacidad según el informe de la OMS de 2011. En este caso, la barrera en el acceso a estas tecnologías suele ser de carácter económico dificultando la adquisición y mantenimiento de dispositivos y/o ayudas técnicas (OMS, WRD, 2011).
Tecnologías Asistivas (o de apoyo)
Las TA más empleadas por personas con DV han experimentado un incremento notable en la última década, especialmente debido a la generalización y relativa simplicidad de uso de los dispositivos móviles, smartphones y tablets, que han hecho incrementarse las tecnologías de inteligencia artificial que les subyacen.
El grado de satisfacción del usuario determina la eficacia de una TA en la medida en que se logra alcanzar una determinada mejora en su entorno inmediato, siendo la conveniencia de uso de un determinado dispositivo o tecnología y la experiencia de aprendizaje proporcionada por los profesionales para su uso los factores que más determinan su éxito (Jutai, Fuhrer, Demers et al., 2005).
Algunas de estas TA, concretamente los lectores de pantalla y las mejoras de las imágenes digitales (Leat, Omoruyi, Kennedy  y Jernigan, 2005), están diseñadas para ayudar a superar las barreras de accesibilidad de las personas con DV en su acceso los ordenadores personales mediante la sustitución de las funciones sensoriales (visuales) necesarias en el manejo del dispositivo, otorgándoles autonomía y permitiendo experimentar seguridad en su manejo, lo que desde el punto de vista afectivo y social se traduce en un mayor grado de satisfacción incrementando los sentimientos de integración y autonomía.
El reconocimiento de voz, la conversión de texto a voz (TTS), lectores de pantalla e integración Braille son los recursos más comúnmente empleados por los usuarios conforme a su grado y tipo de DV.
El software de asistencia más estudiado y extendido, empleado en el manejo de ordenadores personales (sean PC o Mac) es JAWS (Job Access with Speech), Kurzweil, NVDA (Non-Visual Desktop Access), Windows eye, Dolphin supernova, ABBYY fine reader, MAGic, ChromeVox y VoiceOver (Rosner y Perlman, 2018).
Otro aspecto que considerar es el estigma estético asociado al uso de dispositivos y recursos físicos de apoyo a la DV (dispositivos físicos), dado que la percepción de los propios usuarios no suele ser positiva y el aspecto físico de muchos de estos recursos influye negativamente el sentimiento de integración de los destinatarios finales y, por tanto, en el compromiso en su utilización (Piculo dos Santos, Moya Ferrari, Orsi Medola y Sandnes, 2020).
La asociación entre estigma y discapacidad es un constructo socialmente construido dependiente de los condicionantes ambientales pero también cognitivos a nivel social y su producto directo son la falta de accesibilidad y las barreras que hacen efectiva la discriminación. Lo mismo sucede en la asociación entre discapacidad y tecnologías asistivas para compensar una funcionalidad reducida, por ello, es importante hacer entender a los diseñadores de estas tecnologías la importancia que tiene el aspecto estético de estos dispositivos ya que puede influir en la relación entre el producto y el usuario (Soderstrom y Ytterhus, 2010).
  • [1] Título I. Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica. c) A la libertad de cátedra y d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
  • [2] Sinónimos: ciberciudadanía o e-ciudadanía. Véase: Ribble, M.S., Bailey, G. D. y Ross, T. W. (2004). “Digital Citizenship, addressing appropriate technology behavior. Learning & Leading with Technology 32, Septiembre.
  • [3] http://www.abc.gov.ar/nuevo-material-ciudadania-digital-uso-responsable-web
  • [4] Universitat Rovira i Virgili (coordinadora); Universitat de les Illes Balears; Universitat de Lleida y Universidad de Múrcia.
  • [5] Empleamos aquí el término Diversidad Funcional (tal como fue propuesto en 2005 en el Foro de Vida Independiente, http://forovidaindependiente.org/) como alternativa al reconocido por la OMS para la misma denominación: Discapadidad (https://www.who.int/classifications/international-classification-of-functioning-disability-and-health). Se entiende en el texto que ambas denominaciones se consideran de modo equivalente y se alternarán sin intenciones ideológicas.
  • [6] Informe BBVA-FAD: Jóvenes y expectativa tecnológica: https://www.bbva.com/es/brecha-digital-una-de-cada-diez-familias-con-estudiantes-no-tiene-acceso-a-internet/           
  • [7] INE El empleo de las personas con discapacidad
  • [8] https://www.cermi.es/es/actualidad/noticias/frenazo-la-inclusi%C3%B3n-laboral-las-personas-con-discapacidad-entre-las-m%C3%A1s
  • [9] Informe tecnología y discapacidad - Fundación Adecco. https://fundacionadecco.org/informe-tecnologia-y-discapacidad/
 
 
Penny Sanz González
Baja visión y acceso a las TIC
Empleabilidad tecnológica
Máster en Tecnología Educativa:
e-learning y Gestión del Conocimiento
penelopesanzgonzalez@gmail.com
bajavisiontic@gmail.com

Creado por Penny Sanz Gonzalez
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